No sé porque pero hoy me fué muy bien, me fue perfecto.
Me levanté a las 10:00 a.m., fui a dejar a mi tío al aeropuerto...ya se iba ya se fue. Llegamos y ahi estaba mi abuelo, mi abuelo Eduardo, el que no veía desde hace 12 años estaba ahí, viejito..más acabado de como yo lo recordaba, pero con sus ojos azules como siempre, su voz paciente y tierna, de abuelito comprensivo.
¡¡Está vivo!! Ahora sí puedo gritar que tengo dos abuelos..que quiero a pesar de que a uno no lo he visto en años.
Mi tío se fue...pero espero que regrese pronto.
De ahí me fueron a dejar a mi ensayo, la verdad hoy me encantó. No fueron Luis, Fer ni Miguel...estuvo Tavo como director y la dinámica estuvo chida, entró otro chavo..otro Víctor, muy talentoso, nos fuimos al parque, hicimos sketches lindos, me felicitaron y todo eso. En el ensayo una señora llegó y nos aplaudió.
-Estoy leyendo un libro que se llama el Arte de Aplaudir, y el aplaudir, refleja ánimo, dinero, y el aplaudir también les traerá mucho éxito.
Eso me hizo el día, la señora me puso de buenas.
Me di cuenta que no tiene que pasar algo excepcional para estar feliz.
Aunque no me cuadran las fechas, ya pasó, hay que olvidar y cerrar círculos.
Les dejo este video que estaba guardando para un momento muy especial.
Mi canción favorita: We belong together de Mariah Carey.
Espero que la oigan, y no como muchos que pasan a los blogs solo a ver que escriben.
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28 de enero de 2007
22 de enero de 2007
El Gato
Y te tardaste 6 años en venir...Porque por ahí me enteré que te era más barato viajar a Europa que venir a México.
Pero decidiste venir, y llegar a la ciudad de los sueños. Con muchas maletas a cuestas y unas ganas inmensas de "recordar tus épocas de chavo". Porque a falta de los propios, tienes como cercanos a un futuro DJ, una "Alicia en el país de los escenarios", una Luciérnaga paramédica, y una Princesa frívola e inocente.
Mis ilusiones de que fueras "de ambiente" se esfumaron en esa plática con Alice:
-No soy "tan" homofóbico.
-Ser homofóbico no es nice.
-Perfecto..entonces dejaré de serlo, para ser como ustedes, unas teenagers nice.
Y te estremece saber que ya no somos unas niñas a las que les gustan los peluches, los reproductores de MP3, las cámaras, las lap tops, y las premiaciones tipo "Golden Globe" desplazaron por completo al estereotipo en el que nos tenías encasilladas.
Unas típicas teenagers, nos dijiste. Y a mí no me criticaste cuando conociste a mis amadisímas "botas de la suerte". Nada de vagabundeces ni cosas por el estilo.
Tú eres tímido y chic, y nosotras somos tus teenagers favoritas, que aunque te joda vernos mascar chicle, te aguantas. Y aunque chinguemos demasiado con: "¿Cuántas tías tenemos?, tu nos quieres...
Pero regresa, ven a mi paseo de la Reforma, en donde te espera un ángel dorado, en pose para ser fotografiado como ese cisne en Suecia.
Y no...no pagamos los taxis queretanos con Euros, ni somos closeteras de medio tiempo.
Gracias por ese DVD que tanto pedía, y por esas carcajadas cuando me dijiste que no conocías a Carlos Slim...a la fecha sigo sin creerte.
Me adoptaste como "Viny Baby"...una Vini Baby que te quiere, admira y aprecia en demasía. Algo extraño, porque te veo muy poco.
Recordaré esa noche de viernes, en una pista del "mito urbano", con un café de chocolate, mesitas de ping-pong, un mito de que los chinos cachanillas viven como ratas, y unas fotos instantáneas...
La única persona de la familia Félix que va a cada recámara a abrazar y besar a sus sobrinas antes de dormir.
Y te vale gastar dinero a lo loco en nosotras(y a nosotras no parece afectarnos). Horas contigo, como con nadie de los Félix. Y si en un futuro hablo francés en un 100% es porque cierto tío, le interesó pagarme clases en la Alianza.
Te quiero...mucho!
Regresa pronto.
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Pero decidiste venir, y llegar a la ciudad de los sueños. Con muchas maletas a cuestas y unas ganas inmensas de "recordar tus épocas de chavo". Porque a falta de los propios, tienes como cercanos a un futuro DJ, una "Alicia en el país de los escenarios", una Luciérnaga paramédica, y una Princesa frívola e inocente.
Mis ilusiones de que fueras "de ambiente" se esfumaron en esa plática con Alice:
-No soy "tan" homofóbico.
-Ser homofóbico no es nice.
-Perfecto..entonces dejaré de serlo, para ser como ustedes, unas teenagers nice.
Y te estremece saber que ya no somos unas niñas a las que les gustan los peluches, los reproductores de MP3, las cámaras, las lap tops, y las premiaciones tipo "Golden Globe" desplazaron por completo al estereotipo en el que nos tenías encasilladas.
Unas típicas teenagers, nos dijiste. Y a mí no me criticaste cuando conociste a mis amadisímas "botas de la suerte". Nada de vagabundeces ni cosas por el estilo.
Tú eres tímido y chic, y nosotras somos tus teenagers favoritas, que aunque te joda vernos mascar chicle, te aguantas. Y aunque chinguemos demasiado con: "¿Cuántas tías tenemos?, tu nos quieres...
Pero regresa, ven a mi paseo de la Reforma, en donde te espera un ángel dorado, en pose para ser fotografiado como ese cisne en Suecia.
Y no...no pagamos los taxis queretanos con Euros, ni somos closeteras de medio tiempo.
Gracias por ese DVD que tanto pedía, y por esas carcajadas cuando me dijiste que no conocías a Carlos Slim...a la fecha sigo sin creerte.
Me adoptaste como "Viny Baby"...una Vini Baby que te quiere, admira y aprecia en demasía. Algo extraño, porque te veo muy poco.
Recordaré esa noche de viernes, en una pista del "mito urbano", con un café de chocolate, mesitas de ping-pong, un mito de que los chinos cachanillas viven como ratas, y unas fotos instantáneas...
La única persona de la familia Félix que va a cada recámara a abrazar y besar a sus sobrinas antes de dormir.
Y te vale gastar dinero a lo loco en nosotras(y a nosotras no parece afectarnos). Horas contigo, como con nadie de los Félix. Y si en un futuro hablo francés en un 100% es porque cierto tío, le interesó pagarme clases en la Alianza.
Te quiero...mucho!
Regresa pronto.
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Actualización:
Ayer lunes 22 de febrero entré a la escuela, jamás me había sentido tan feliz de regresar a clases, ya extrañaba a mis amigos. Todoas las ganas a este semestre.
Este video me lo dedicó Luisito...mi mejor amigo y confidente. Te quiero mucho!.
La canción está buenísima...Marlango-Enjoy The Ride
9 de enero de 2007
TODO SE REGRESA
Enrique Iniesta Canales, sí, aún me acuerdo de su nombre. Iba yo en el Colegio Morelos de monjas y tendría unos 6 años.
Enrique era el típico niño aislado de la sociedad, decían que olía feo(cállate Luis) y que era sumamente tonto. Su mamá era de las típicas viejas mitoteras que se quedan hoooras platicando de babosada y media con otras de la misma especie, cuando recogen o van a dejar al niño.
El niño me caía especialmente mal, era de esos que no podía ni ver en pintura, y no lo odiaba por lo que decían de él, y ni siquiera por su mamá... Es más, jamás me había hecho nada, el punto es que un día con la mala suerte que me perseguía en esa escuela, me sentaron atrás de él...
Trataba de hacerme la plática por cualquier cosa, que si la tarea, que si fulanito de tal me caía bien, que quién me gustaba...en fin. Un día se le cayó su estuche de los Power Rangers o una jalada así, todos sus colores salieron volando de su pupitre y algo dentro de mí me obligó a pararme enfrente de él, me agaché y tomé uno de sus colores, el se me quedó viendo sorprendido, me estiró la mano para tomar su color, pero mi repulsión vino de repente y lo solté al piso.
El sacadisímo de onda solo me dijo: No te costaba nada dármelo en la mano. Y yo respondí: No tengo porqué hacerlo, tú no eres de mi agrado. Y con una actitud especialmente mamona me senté de nuevo.
Teníamos una compañera de clase, "María Piedad" que era una niña güera de rancho que siempre tenía los ojos hinchados y baba seca alrededor de la boca. Mapi, como le decíamos me entregó en clase de computación un papelito que decía:
"Le gustas a Enrique"
Mi cara de asco fué casi instantánea, no podía creerlo, yo le encantaba al niño que le hacía la vida de cuadritos. A esa corta edad descubrí una lección importantisima en la vida: "Mientras más mamona te portes con los hombres más les gustas, y por consiguiente, más te chingan".
La madre de Enrique me regalaba siempre cosas, dulces, paletas de chocolates, pequeños peluches. Pero ni aunque me regalara un Yaris con flores, ni aunque su madre interviniera, lo trataría como lo que era: un simple niño enamorado de mi.
Aceptando las cosas, yo era una nerd, recibía los diplomas de aprovechamiento, tanto de inglés como de español. La monja que nos daba clases de moral, siempre me escogía a mí para leer enfrente de todos. Yo repartía los dulces cuando el salón se portaba bien. Cada mes tenía el 1º o 2º lugar en calificaciones de el salón. Participaba en danza regional y en la estudiantina tocando el pandero. La alumna perfecta. Y él...bueno, el era más bien...digamoslo así... un perfecto imbécil. Sacaba los últimos lugares del salón.
El día que lo rechacé por última vez, su cara cambió. En 4 meses, hizo lo que nunca: comenzó a subir de calificaciones y me lanzó a mí hasta el 15º lugar en el salón. Ya en 3º de primaria cuando el cambio de escuela era inminente, yo le rogué a la maestra que por favor me dejara salir de abanderada en la escolta...
"No puedo, en serio, el abanderado esta vez será Enrique."
¿Qué será quién? Enrique...el pendejete de quinta que yo rechacé...?
Me sentí muy muy mal, quería destrozarle el cuello a él y a su mitotera madre, lloré días enteros. Y el día en el que salió en la escolta su mamá estaba en primera fila tomándole fotos ¬¬'.....
Me acerqué y humildemente le dije: Perdón Enrique, me porté mal contigo..te ves muy guapo con charreteras y gorrito. Felicidades, te lo merecías!
Jaaaaa...apoco creyeron eso último?
El verdadero fin fue que yo desde la formación le deseaba millones de maldiciones. Lo que me hizo no tenía nombre. Y fué entonces que descubrí una segunda lección: "No importa cuanto les gustes, si los hartas...te lo regresan"
Un beso a todos...enfermita desde mi cama
Este video me encanta, es de un homenaje a Andrew Lloyd Weber, en dónde sale Sarah Brightman y Antonio Banderas cantando "The Phantom of the Opera", ojalá les guste, ya que es uno de mis favoritos.
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Enrique era el típico niño aislado de la sociedad, decían que olía feo(cállate Luis) y que era sumamente tonto. Su mamá era de las típicas viejas mitoteras que se quedan hoooras platicando de babosada y media con otras de la misma especie, cuando recogen o van a dejar al niño.
El niño me caía especialmente mal, era de esos que no podía ni ver en pintura, y no lo odiaba por lo que decían de él, y ni siquiera por su mamá... Es más, jamás me había hecho nada, el punto es que un día con la mala suerte que me perseguía en esa escuela, me sentaron atrás de él...
Trataba de hacerme la plática por cualquier cosa, que si la tarea, que si fulanito de tal me caía bien, que quién me gustaba...en fin. Un día se le cayó su estuche de los Power Rangers o una jalada así, todos sus colores salieron volando de su pupitre y algo dentro de mí me obligó a pararme enfrente de él, me agaché y tomé uno de sus colores, el se me quedó viendo sorprendido, me estiró la mano para tomar su color, pero mi repulsión vino de repente y lo solté al piso.
El sacadisímo de onda solo me dijo: No te costaba nada dármelo en la mano. Y yo respondí: No tengo porqué hacerlo, tú no eres de mi agrado. Y con una actitud especialmente mamona me senté de nuevo.
Teníamos una compañera de clase, "María Piedad" que era una niña güera de rancho que siempre tenía los ojos hinchados y baba seca alrededor de la boca. Mapi, como le decíamos me entregó en clase de computación un papelito que decía:
"Le gustas a Enrique"
Mi cara de asco fué casi instantánea, no podía creerlo, yo le encantaba al niño que le hacía la vida de cuadritos. A esa corta edad descubrí una lección importantisima en la vida: "Mientras más mamona te portes con los hombres más les gustas, y por consiguiente, más te chingan".
La madre de Enrique me regalaba siempre cosas, dulces, paletas de chocolates, pequeños peluches. Pero ni aunque me regalara un Yaris con flores, ni aunque su madre interviniera, lo trataría como lo que era: un simple niño enamorado de mi.
Aceptando las cosas, yo era una nerd, recibía los diplomas de aprovechamiento, tanto de inglés como de español. La monja que nos daba clases de moral, siempre me escogía a mí para leer enfrente de todos. Yo repartía los dulces cuando el salón se portaba bien. Cada mes tenía el 1º o 2º lugar en calificaciones de el salón. Participaba en danza regional y en la estudiantina tocando el pandero. La alumna perfecta. Y él...bueno, el era más bien...digamoslo así... un perfecto imbécil. Sacaba los últimos lugares del salón.
El día que lo rechacé por última vez, su cara cambió. En 4 meses, hizo lo que nunca: comenzó a subir de calificaciones y me lanzó a mí hasta el 15º lugar en el salón. Ya en 3º de primaria cuando el cambio de escuela era inminente, yo le rogué a la maestra que por favor me dejara salir de abanderada en la escolta...
"No puedo, en serio, el abanderado esta vez será Enrique."
¿Qué será quién? Enrique...el pendejete de quinta que yo rechacé...?
Me sentí muy muy mal, quería destrozarle el cuello a él y a su mitotera madre, lloré días enteros. Y el día en el que salió en la escolta su mamá estaba en primera fila tomándole fotos ¬¬'.....
Me acerqué y humildemente le dije: Perdón Enrique, me porté mal contigo..te ves muy guapo con charreteras y gorrito. Felicidades, te lo merecías!
Jaaaaa...apoco creyeron eso último?
El verdadero fin fue que yo desde la formación le deseaba millones de maldiciones. Lo que me hizo no tenía nombre. Y fué entonces que descubrí una segunda lección: "No importa cuanto les gustes, si los hartas...te lo regresan"
Un beso a todos...enfermita desde mi cama
Este video me encanta, es de un homenaje a Andrew Lloyd Weber, en dónde sale Sarah Brightman y Antonio Banderas cantando "The Phantom of the Opera", ojalá les guste, ya que es uno de mis favoritos.
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