25 de abril de 2007

Ángel Perfecto


Se sentía vacía, sola.Triste y melancólica, tenía un problema terrible: no se aceptaba tal cual era y hacía de todo por aceptarse.

Se miraba al espejo y jalaba sus cabellos delgados por la falta de alimento, sus ojos llenos de agua salada reflejaban un odio incontenible hacia ella misma, sus costillas sobresalían de entre su piel rugosa y seca, sus dedos ya no tenían fuerza para seguir introduciéndose, llenos de callos.

Interiormente estaba peor, tres úlceras gástricas casi perforando su ya delicado estómago. Su intestino ansiaba proteínas, su garganta le gritaba con desesperación que ya no podía más.

Se negó muchas veces a tener un cuerpo imperfecto como ella lo veía en el espejo.

En las noches deliraba, sudaba frío y ya no podía pararse de ese lecho que había sido testigo de todo su sufrimiento.

Cajas de laxantes por doquier, moretones en su cuerpo por la falta de hierro, comida en estado de descomposición en una caja de zapatos abajo de su cama.

Recitaba ese poema de Sabines... áquel que tanto le gustaba, pero sus neuronas ya no recordaban palabras complejas.

Memorias llegaban de repente, flashazos repentinos de cuando era ELLA, una ELLA lejana, una ELLA feliz...

Se da cuenta que está muriendo y toma la decisión de que quiere salir de eso.


"Mamá"- Se oye un grito seco y agonizante...
Una triste realidad descubre su madre al entrar en su habitación que ella misma decoró cuando nació: ropa tirada en la entrada, saquillos pequeños llenos de arroz, para aumentar el peso, pesas de escasos 100 gramos en sus calcetines.
Saldremos de esto, te lo prometo.- La abraza y le besa la frente con respeto, sus labios son suaves y la piel de ella árida.
Pero no sale, no se quiso lo suficiente, no se quiso nada.
No se logra el objetivo hasta que fallece..El ángel perfecto se ha ido y ahora es invisible, alguien transparente que no se toca, solo se recuerda.




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